El pasado fin de semana tuve la oportunidad de reunirme con vecinos de Los Molinos, junto a Buenavista los dos barrios más jóvenes de Getafe. Son jóvenes porque han sido los últimos en crecer, pero también lo son por el perfil de las personas que allí residen. Un proyecto socialista generó miles de viviendas públicas para que los jóvenes de Getafe tuvieran las mismas oportunidades que el resto, pero ahora se encuentran desamparados.

No se trata de que Los Molinos y Buenavista tengan más que los otros getafenses, sino de igualar sus condiciones a las que se disfrutan en todos los barrios de Getafe. Y los propios vecinos así nos lo dejaron patente hablando de un centro de salud, que no tienen, de escuelas infantiles y colegios públicos, que no tienen, de un acceso a la estación de El Casar que tienen pero no les dejan utilizar y de otras muchas cosas.

Curiosamente, una semana después de la reunión que pudimos mantener con los vecinos, el alcalde ha decidido tras mucho tiempo bloqueándolo, licitar las obras para dicho acceso. Nos alegra saber que los vecinos van a encontrar una solución a este problema, pero qué pena que se efectúe como estrategia política y no como necesidad social. En cualquier caso estaremos pendientes de que dicho anuncio se convierta en realidad, no como ha sucedido con las escuelas infantiles de Los Molinos y Buenavista, que tantas veces salieron en la prensa y finalmente no se construirán.

Son los barrios más jóvenes de la ciudad, y precisamente por ello, la prioridad tiene que ser que dispongan de todos los servicios básicos que el Ayuntamiento de Getafe puede ofrecerles.